LAS ÚLTIMAS PALMERAS
Esas altivas palmeras,
como abanicos al viento,
ávidas de sol y luz,
están gimiendo.
Son los faros del camino
que susurran al viajero,
lo acompañan desde lo alto,
Evocan lejanas tierras
historias, leyendas, cuentos…
de otros mundos y de este,
de otros pueblos.
Nos recuerdan quienes fuimos,
testimonios de otros tiempos,
lo que el viento se llevó
Son torres inexpugnables
que cobijan los recuerdos,
vigilantes atalayas
de lo propio y de lo ajeno.
Son gigantes encantados
que bracean en silencio,
lucharon unos con otros
Son pájaros enredados
que intentan levantar vuelo,
aletean sin descanso
prisioneros.
Son las últimas banderas
que alientan felices sueños
y saludan desdeñosas
cual pañuelos.
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